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¿Se heredan los dientes?

¿Se heredan los dientes?

¿Alguna vez has reconocido a alguien por tener la misma sonrisa que su padre o su madre? ¿0 el mismo perfil? Del mismo modo que ocurre con el color de los ojos, la altura o la forma del pelo, la genética también juega un papel importante en nuestros dientes, nuestros huesos  maxilares y en nuestros labios, el marco de nuestra sonrisa.

¿Cómo influye la genética en nuestros dientes

  • Que el color de nuestros dientes tienda a ser más o menos amarillo tiene una parte genética y otra marcada por nuestros hábitos. Por un lado, una dieta en la que primen colorantes como el café, el té, el vino tinto o el tabaco hará que nuestros dientes se vuelvan más amarillos. Por otro lado, una deficiente higiene bucal hará que se forme placa bacteriana en la superficie de nuestros dientes empeorando su color.
  • Pero no solamente el color, el tamaño también se puede heredar en forma de dientes pequeños (conoides o microdónticos) como es el caso de los incisivos laterales superiores. Pueden camuflarse devolviéndoles el tamaño ideal con tratamientos estéticos como las carillas. El lado opuesto serían los dientes grandes o macrodónticos.
  •  La forma (más triangular, cuadrada o redondeada) también se ve influenciada por el factor genético.
  • El número de dientes puede heredarse: es frecuente que si nuestros padres tienen menos dientes de lo habitual (agenesias) o un número de dientes mayor de lo normal (supernumerarios), lo heredemos.
  • Por otro lado, la malposición dentaria se puede repetir de padres a hijos: existen malposiciones similares entre padres e hijos como podría ser los dientes montados o los dientes separados.
  • Nuestra oclusión, es decir, la forma en la que muerden y contactan nuestros dientes, se ve influida por muchos factores como el tamaño y posición de nuestros huesos, que también tiene un gran componente genético. Un ejemplo sería un paladar ojival y estrecho. Pero hay más factores que dan forma a nuestros huesos además de la genética como pueden ser nuestros hábitos, cómo nuestra manera de colocar los labios o lengua.
  • Por último, la salud de nuestros dientes también se suele ver afectada como la de nuestros progenitores. Si los padres tienen tendencia a tener muchas caries o formar mucho sarro es probable que a los hijos les ocurra de forma parecida.

Peroaunque la genética no se pueda elegir, ¡está en nuestras manos cuidar nuestros hábitos bucodentales para mejorar la salud de nuestros dientes!

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