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En boca «sana y bonita» no entran caries

En boca «sana y bonita» no entran caries

En boca “sana y bonita” no entran caries

Nuestra ortodoncista, Blanca Jiménez, estará durante toda esta semana en el portal digital de salud de la Agencia EFE (efesalud.com) hablando de salud bucodental: cómo mantener una sonrisa sana y estética.

El primer vídeo que ha salido es «En boca «sana y bonita» no entran caries»:

Fuente: efesalud.com

La odontóloga Blanca Jiménez Meltzer, de la Clínica Dental Dos Doce de Madrid, nos ofrece en este vídeo «los mejores consejos para mantener una boca sana y bonita»: limpieza dental correcta después de cada comida, ya sea con cepillo manual o eléctrico; hilo dental y cepillo interdental para llegar hasta el último rincón de la dentadura; y raspador lingual para «barrer» los restos depositados en nuestra lengua.

Para efectuar una correcta higiene dental dividimos la boca en cuatro cuadrantes: dos mitades de la cara exterior e interior de la zona superior; y de igual manera, la zona inferior.

Limpiamos los dientes de dos en dos debido al tamaño que tiene el cabezal del cepillo. El movimiento de barrido debe ser desde la encía hacia el extremo del diente. Es importante entretenerse y pasar varias veces por el mismo sitio para eliminar todos los restos de comida y placa bacteriana.

Avanzaremos por los dientes de cada cuadrante superior hasta terminar de limpiar hasta la última muela. Por último, limpiaremos las caras que mastican de cada cuadrante con un movimiento horizontal hacia delante y hacia atrás.

Para la parte inferior comenzaremos por el tercer cuadrante empleando la misma técnica. Primero la cara externa, pero esta vez realizamos un movimiento ascendente, desde la encía hacia el extremo del diente. Después limpiamos las caras internas y por último las que mastican. 

Con cepillo eléctrico, también dividimos la boca en cuatro cuadrantes y seguiremos la misma secuencia de cepillado. La diferencia está en que estos cepillos ya tienen parte del movimiento incorporado, facilitando el cepillado. Además, el cabezal es diferente, es más pequeño, de manera que debemos limpiar los dientes de uno en uno. 

Empezaremos por las caras de fuera ejerciendo una leve presión permitiendo que el cepillo actúe unos segundos y realizaremos un pequeño movimiento giratorio para asegurarnos que el cepillo a pasado por toda la superficie antes de pasar al siguiente diente.

Después pasaremos a las caras internas realizando el mismo movimiento; y por último, las caras que mastican.

Asimismo, la odontóloga nos recomienda:

  • Cambiar el cepillo o cabezal cada dos o tres meses, según el estado de las hebras del cepillo. Se tiene que sustituir cuando están abiertas «como una escoba vieja».
  • Usar poca pasta dentífrica, «tanta como el tamaño de un guisante». Con mucha crema se llena la boca de espuma, puede resultar incómodo y nos lleva muchas veces a dar el cepillado por terminado antes de tiempo. Además, no nos permite observar por dónde pasamos el extremo del cepillo o el cabezal eléctrico.
  • Cepillarse bien no es cepillarse con fuerza, es un error frecuente. Un buen cepillado se realiza con poca fuerza y entreteniéndose en cada zona dental, empleando la técnica de forma correcta.
  • Utilizar un cepillo adecuado para cada edad. El tamaño del cepillo se tiene que adaptar al tamaño de la boca y llegar bien a todas las partes de la dentadura.

La caries más común es la interdental y a esa zona solo llegan el hilo y el cepillo interdental, no el cepillo normal. El raspador lingual evita, por ejemplo, muchos problemas de halitosis.

La seda dental elimina los restos que hayan podido quedar entre los dientes. Es el complemento perfecto al cepillado. Para manejar la seda utilizaremos siempre los dedos índices y pulgares. Se pasa la seda entre cada uno de los espacios interdentales limpiando los laterales de ambos dientes. Debemos usarla al menos una vez al día. 

Los cepillos interdentales son muy útiles para completar la higiene cuando existen espacios grandes entre dientes, en los que la seda dental no es suficiente para limpiar correctamente. Se realizan movimientos horizontales entrando y saliendo del espacio. Es importante elegir bien el tamaño del cepillo interdental para que las hebras del cepillo contacten con ambos dientes y arrastren así los restos de alimentos y placa bacteriana. 

Para limpiar la superficie de la lengua, sacamos la lengua y se coloca el raspador en la parte posterior de la lengua. Se realiza un barrido desde atrás hacia delante.

Mantener una boca sana y bonita «a largo plazo» necesita unos buenos utensilios de higiene buco dental y una buena técnica de cepillado, concluye Blanca Jiménez, «la forma más barata» de conservar la luminosidad de una sonrisa.

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