¿Es la ortodoncia la solución para el paladar ojival?

En ocasiones, durante exploraciones rutinarias por parte del odontopediatra, o bien por consultas que nos realizan los padres sobre la colocación de los dientes de sus hijos, se detecta que el niño tiene el paladar cerrado o paladar ojival, también llamado «paladar estrecho».
En este tipo de pacientes la parte “delantera” aparece con una curvatura más pronunciada de lo normal, dificultando la masticación y la correcta colocación de los dientes, entre otras cosas.

¿Cuáles son las causas del paladar ojival? 

Si nos fijamos en las causas vemos dos orígenes de las mismas: un origen congénito o hereditario (los padres o abuelos también lo presentan) o surge de malos hábitos dentales.
En el segundo caso, el de los hábitos dentales, pueden encontrarse muchas causas como: respiración oral, succión del dedo pulgar en la infancia o uso prolongado del chupete.
Por tanto, en la medida de lo posible, intentaremos evitar estos malos hábitos en los niños para evitar problemas de esta índole que después pueden traer consecuencias en la edad adulta.

¿Qué consecuencias tiene el paladar ojival? 

Si este tipo de problema bucal no es tratado a tiempo, puede perjudicar al paciente en varios sentidos.
Puede favorecer que se genere una maloclusión (una “mordida” incorrecta), y/o una alteración en la alineación dental (dientes apiñados o torcidos).
Si esto no se corrige, lejos de ser un problema meramente estético, puede producir más desequilibrios en la edad adulta, como desgastes y roturas inusuales en los dientes, masticación unilateral, recesión de encías, problemas respiratorios, problemas en la articulación temporomandibular o incluso problemas digestivos.

¿Cuándo debe tratarse el paladar ojival? 

Lo recomendable es hacerlo en la infancia, en el periodo comprendido entre los 5 los 12 años. En estas edades, y mientras quede crecimiento, la parte ósea del paladar aún es maleable. Si se detecta más tarde hay que estudiar cada caso ya que es probable que aún se pueda realizar. No obstante, a mayor edad del adolescente, mayor probabilidad de empeorar el pronóstico. Además, en los chicos hay más margen que en las chicas, ya que su crecimiento es más alargado en el tiempo.
Si se detecta el paladar ojival en la infancia, la recomendación es realizar una ortodoncia interceptiva, la cual permitiría, de manera gradual, ir ensanchando el paladar del niño. Para tal fin se suele utilizar un aparato expansor o disyuntor anclado en los dientes, normalmente en los molares superiores, que hace fuerza hacia los lados.
Este proceso puede durar entre 7 meses y 1 año. Lo normal es que se complemente con otro tipo de ortodoncia correctiva para alinear los dientes de manera adecuada.
Si el problema es detectado en una persona adulta la solución es más compleja ya que no bastará con un tratamiento de ortodoncia, sino que habría que recurrir a cirugía ortognática que requiere un ingreso hospitalario y la evaluación de un cirujano maxilofacial.

¿Cómo se detecta el paladar ojival? 

Con frecuencia, este problema es detectado por el odontopediatra en una revisión rutinaria. No obstante, siempre se recomienda acudir al ortodoncista cuando el niño tiene alrededor de 5 o 6 años con el fin de ver si necesitará algún tipo de ortodoncia. Este profesional puede ayudarnos a detectar un paladar ojival y, por supuesto, a ponerle remedio.
A veces, este problema se detecta mediante consultas de los padres, sobre todo referidas a la respiración del niño: ronquidos, apneas, respiración oral, etc. Si bien estos problemas pueden estar causados por otras dolencias, como vegetaciones o anginas, el odontopediatra podrá echar un vistazo y detectar si el paladar, en efecto, es ojival o se ha vuelto ojival debido a esa mala respiración.
Nuestra recomendación siempre es acudir al odontopediatra con regularidad y desde el primer diente o el primer año. Las revisiones periódicas facilitan la detección precoz de problemas de este tipo y, por supuesto, hacen que los tratamientos sean más efectivos.
¡No lo dudes! Consulta con nuestros expertos en odontopediatría y cuida de la boca de los más pequeños para evitar problemas cuando sean adultos. Pide cita.
 

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