Muelas del juicio: ¿Tienes problemas con ellas?
Los terceros molares o cordales, coloquialmente conocidas como muelas del juicio, se ubican en la parte posterior de la boca. Son bien conocidos por los problemas de dolor, inflamación e infección que acarrean a muchas personas. Las muelas del juicio dan problemas por varios motivos:
- Por estar muy atrás es la zona más complicada de cepillar bien. Se suelen observar restos de placa bacteriana adherida.
- A diferencia del resto de dientes, la encía o mucosa presente es gruesa, móvil y con una forma desfavorable. Esto hace que si se acumula placa, la encía tienda más fácilmente a la inflamación.
- Las muelas del juicio suelen encontrarse inclinadas, fuera de línea y retenidas en un espacio muy reducido. Esto agrava aún más los dos puntos previos.
¿Qué problemas pueden provocar las muelas del juicio?
Las situaciones anteriores pueden derivar o en una caries (tanto en la muela del juicio como en la muela vecina) o en una inflamación de los tejidos circundantes (pericoronaritis).
Por un lado, si se trata de una caries hay que valorar si arreglar o extraer la muela. Hay que estudiar los pros y contras de cada caso, teniendo en cuenta que hay muelas del juicio que sí se arreglan y no hace falta extraerlas.
Si se trata de inflamación de la encía, los problemas pueden ir desde un grado leve donde parece que la muela quiere salir, aunque suele ser una falsa sensación ya que las muelas del juicio dejan de erupcionar tras la segunda década de la vida. También se puede inflamar levemente la encía circundante e incluso tener molestias. Los problemas graves se asocian a un dolor sordo que llega muchas veces a zonas de oído, cabeza y cuello, inflamación moderada o grave que a veces impide cerrar o abrir la boca del todo.
¿Cuándo debo acudir al dentista?
Por todo ello, es fundamental acudir al dentista a la mínima sospecha. Hay que realizar una exploración clínica y radiografía para determinar la gravedad del caso. Cuando el problema es leve el tratamiento puede reducirse a vigilar el proceso acompañado de refuerzo de técnicas de cepillado y aplicación de gel de clorhexidina. Si por lo contrario, el dentista observa un problema de estado más avanzado, junto con una posición desfavorable de la muela del juicio, el tratamiento consistirá en mandar antibióticos para terminar extrayendo la muela.
