Para que los niños aprendan a mantener sus dientes sanos y limpios, es muy importante que los padres los vayan enseñando y concienciando desde bien pequeños.

Cuanto antes se le familiarice al pequeño a los pasos que debe seguir en su rutina diaria, más fácil será que se acostumbre a ella y que cada día la repita de manera más autómata. A pesar de ello, los padres deberán hacer un repaso posterior para confirmar que la boca del pequeño queda limpia.

En Dental 2DOCE os acompañamos en este camino y para facilitarlos esta etapa nos gustaría compartir con vosotros una guía para que vuestros niños mantengan una buena higiene dental.

La importancia de la constancia: ¿Cómo crear un hábito?

Como todos sabemos, los hábitos son conductas que todos los seres humanos, tanto niños como adultos realizamos de manera automática. Para crear un hábito debemos mecanizar una serie de acciones hasta que no nos suponga ningún esfuerzo llevarlas a cabo, es decir, hasta que nos acostumbremos a ellas.

Para crear un hábito es necesario mantener una constancia y repetir el proceso durante al menos 21 días, aunque tardar más o menos tiempo en incorporar estas acciones, dependerá de cada persona. En este caso, de cada niño, pero de forma general, suele conseguirse en alrededor de 3 semanas.

¿Cómo es posible evitar tener que volver a ponerte ortodoncia por segunda vez?

Principalmente, como os hemos contado en diferentes ocasiones en nuestro blog, siguiendo las pautas que os recomendamos para la fase de retención tras finalizar el tratamiento de ortodoncia.

Los retenedores dentales pueden ser de dos tipos: fijos y removibles. Ambos tienen la función de evitar el desplazamiento de los dientes. Por ello, es muy aconsejable que durante el periodo que indicamos tras terminar el tratamiento de ortodoncia se haga un buen uso de éstos. Así, se podrán frenar los posibles movimientos y evitar recidivas (recaídas).

Muchos expertos afirman que es más fácil generar un hábito, si se siguen la siguiente guía:

– Establecer pequeños objetivos: No tienen que ser grandes metas, puede ser simplemente que conseguir que el pequeño recuerde cada paso por sí sólo.

– Mantener una constancia: Hay que habituar al pequeño a que lo haga cada día e intentar que en la medida de lo posible lo haga por el mismo, aunque los padres lo ayuden para que lo haga bien.

– Seguir un progreso ascendente: Sería bueno ir introduciendo poco a poco información sobre el tema y según la edad del niño nos lo vaya permitiendo ir ampliándola. Por ejemplo: empezar explicándole que hay que lavarse los dientes y los pasos a seguir, los movimientos que debe hacer con el cepillo, el orden que debe seguir para no saltarse ninguno, explicarle los tipos de dientes que hay en la boca, hablarles de las encías, de la lengua, comentarle la importancia de por qué debemos ir al dentista, mostrarle que cosas podemos usar y como (no sólo el cepillo sino también el hilo dental, limpiador lingual), etc. De esta forma, el pequeño se irá familiarizando con todo ello y viéndolo como algo fácil y natural.

– Revisar los resultados con un experto: Como siempre decimos, a parte de mantener una buena higiene dental es necesario asistir al dentista para poder revisar que todo este perfecto. En el caso de los pequeños, las visitas con el odontopediatra no sólo servirán para confirmar que la boca del pequeño está en buen estado sino también para guiar a los padres a través de consejos de los siguientes pasos.

Factores a tener en cuenta para una buena higiene dental de los niños: 

Guía para una buena higiene dental de los niños:

– Cepillarse los dientes cada día: Es importante hacerles ver que deben lavarse al menos 3 veces al día los dientes. Lo ideal es hacerlo después de cada comida. Cuando ya tienen una noción del tiempo, explicarles que deben hacerlo durante aproximadamente 2 minutos y cómo es un correcto cepillado.

Deben entender que es una tarea que deben seguir cada día. una manera divertida y muy fácil de que los niños entiendan si han realizado un correcto cepillado es el revelador de placa bacteriana. Es un líquido rosa que tiñe la suciedad de los dientes y permite ver a los niños perfectamente la placa bacteriana que tienen que eliminar durante el cepillado. Es muy fácil usarla.  Si te interesa saber más, en el próximo artículo de blog te explicaremos todos los trucos para usarla…¡No te lo pierdas!

 

– Elegir el cepillo de dientes correcto: De manera general, los cepillos que se pueden encontrar se dividen por los siguientes rangos de edad: Cepillos para bebé, de 2 a 6 años, de 6 a 12 años y los cepillos considerados para adultos.

– Cantidad de pasta de dientes: Cuando los niños son pequeños la cantidad debe ser muy reducida, como las dimensiones de una lenteja, ya que éstos no tienen la capacidad de escupirla.

– La dieta del niño: La alimentación del niño también tiene que ser revisada ya que si el niño ingiere mucho azúcar pueden acabar saliéndole caries.

– La pasta de dientes debe tener flúor y también es necesario prestar atención a las cantidades de flúor en función de la edad: Suele estar determinados según la edad del paciente: Entre los 6 meses – 4 años no suele superar los 500 ppm de flúor, entre los 4-6 1000-1450 ppm y de 6 años hacia delante debe contar aproximadamente con 1450 ppm. Aún así la cantidad de flúor recomendada en la pasta se puede individualizar según el riesgo que tenga el paciente de tener caries. Cuando tenemos pacientes que suelen tener caries cuando acuden a sus revisiones les aconsejamos pastas con mayor cantidad de flúor para ayudar a prevenir.

Por ello todo este proceso debe ir acompañado de revisiones periódicas para poder ir comprobando que todo va correctamente. Para ello, en Dental 2 DOCE contamos con un equipo experto en Odontopediatría y preparado para tratar con los más pequeños de la casa.

Si tienes alguna duda, no dudes en pedir cita. La primera cita es gratuita y podemos ayudarte a resolver tus dudas.